jueves, 15 de mayo de 2014

Persistente primavera

Crece la pobreza hasta hacerse crónica y energética. Los pocos pisos que se venden se compran al contado y con dinero pestilente. Ríen impunes los delincuentes de alto copete. Desaparece la negociación laboral colectiva y se recortan los salarios exponencialmente. Una previsión posible de pérdidas en una empresa permite al patrón gritarte: coge tu ere y vete. Quieren decidir lo que hacen con sus vientres las mujeres. Manifestarse sin permiso municipal nos podrá suponer una multa descomunal. No se ha visto todavía un camello pasar por el ojo de una aguja y un corrupto cumplir condena. Sube el iva, bajan los impuestos que pagan las grandes fortunas y empresas. Se abole por decreto la justicia universal. Se recortan las becas a los estudiantes y las ayudas comedor a los infantes. Y aun así persistente brota la primavera, haciendo madurar la fruta, reventando flores en las macetas, como si quisiera recordarnos que todo es posible, si nos sacudimos este invierno, olvidamos nuestra paciencia y actuamos en conciencia.