martes, 26 de junio de 2012

Cuando fuimos eternos

Entonces,
cuando fuimos eternos, dejábamos pasar el tiempo holgadamente.
Nada nos apresuraba, pues el presente era extenso y teníamos el tiempo y la intención para visitar todos sus rincones y aristas, para lamer todos sus matices.
Nada nos empujaba, pues el pasado era frágil e incipiente como esqueje recién plantado.
Nada nos esperaba impacientemente, pues el futuro era una entelequia que aguardaba nuestros éxitos.

cuando fuimos eternos, retozábamos en nuestro ombligos sin miedo alguno.
Jóvenes holgazanes sin prisas ni responsabilidades.
Soñadores indestructibles con hambre suficiente para devorar el mundo o ponerlo del revés.
Participes de la substancia de los dioses.
Ajenos aún a la rutina, los límites, las obligaciones, los condicionantes impuestos por nuestros fracasos.

Recuerdo,
cuando fuimos eternos y no teníamos miedo, que sentí sus risas y bebí tus besos.
Subimos los peldaños que nos construyeron como hombres.
Soñamos las imágenes que nos marcan el camino hacia delante, siempre hacia delante
Cantamos los versos que nos recuerdan quienes somos, lo que no podemos renunciar.

Pienso,
que aún somos eternos, aún invencibles, aún vivos, aún hambrientos
y lo reconozco en los ojos de los mismos cuando nos reunimos.

sábado, 16 de junio de 2012

El rescate de los lobos

Pequeño saltamontes, escucha: Lo que ves, lo que escuchas oculta la verdadera esencia de las cosas. La apariencia es sólo un envoltorio colorido para una realidad gris y roja, sucia y sangrienta; así como la democracia es un escenario de cartón-piedra que permite a la experta cleptocracia hacer y deshacer a su antojo mientras el ganado permanece dormido o narcotizado.
Crece saltamontes, observa: Como los directivos de las compañías anónimas no trabajan en beneficio de sus accionistas desconocidos, los gobernantes de las diferentes administraciones no miran por los derechos e intereses de sus votantes. Como lo iban hacer, pequeño insecto, si los unos no coinciden jamás con los otros, los desconocen, los aborrecen y incluso los temen.
Reflexiona saltamontes: No son gente normal como tu y yo, no viajan en los mismos trenes, no comen en los mismos sitios, no llevan a sus hijos a los mismos colegios, no son atendidos por los mismos médicos, no dependerán de las mismas pensiones y no están atemorizados por cómo llegar a fin de mes.
Saltamontes: Es una entelequia que exijamos a los Reyes que cuiden de sus peones en tiempos normales. Mucho menos en estos tiempos, cuando tocan arrebato y hemos sacudido la lona pidiendo el rescate, esperar que las ratas sean las últimas en abandonar el barco.
Pero, Saltamontes, si alguien queda que se cree aún las mentiras de Pepito Grillo debes decirles que los hombres de negro no guardan ni una sola semejanza con las maternales vigilantes de la playa. Y además de vigilar las trampas al solitario que se ha venido haciendo la banca, exigirán al tomador del préstamo de 100.000 millones de euros (el Reino de España) como el Sol a Moctezuma el sacrificio humano: incremento del IVA, reducción de empleos y salarios públicos, menos gasto social, más venta de empresas patrimoniales. Porque al igual que el supervisor de la banca ha sido el banquero. El supervisor del rescate son los buitres de negro a sueldo de los Mercados que sólo quieren más sangre, aún aplicando por extenso la reconocida generosidad de las zorras entre las gallinas y las lobas entre los corderos.

sábado, 9 de junio de 2012

En estiu, les filles follen

Quan arriba l’estiu,
els ocells nouvinguts busquen el fresc sota el aler del nostre balcó fent un xivarri de collons,
els cargols, ja ho diu l’Armengol, treuen les banyes al primer bri de Sol,
les granotes, desafinant desafiadores, per les rames canten a crits,
... i mare durant la primera tarda de calor, les filles follen, per primera vegada ... o no.

Quan és estiu,
l’escarabat, gens piloter, per als seus fills tot rodolant crea un planeta en un instant,
els borinots, tot brunzeixant, de flor en flor, preserven la vida del meu pati interior,
els peixos, nedant contracorrent, pugen esquivant els hams per fresar,
... i mare, si tenen sort, les filles follen sempre que es pot.

Quan sembla estiu, però no és,
els nens es gronxen, i amunt i a dalt, sacsegen sas neurones fins imaginar impossibles,
la canalla, ballant darrera les batucades, prenen els carrers, omplen les places,
i els crits d’uns i els cants dels altres desperten els nostres resignats cadàvers,
... i mare, les filles follen, i sinó amb sas alades mans imaginen que els prenen el cor en les acampades.
 
I em ple hivern, sota el glaç no s’imagina el Sol,
la terra gebrada, només sembla morta,                                                                                     
els ocells absents, no alegren altres balcons,
els nens muts i a la gàbia, esperant al timbre que els retorna a la vida,
... i mare, les filles follen o tot és enyor