jueves, 25 de enero de 2018

Typical spanish

Yo esta mañana no les hubiese dejado ir al patio, ya sé que no habíamos recibido el aviso de protección civil prohibiendo las actividades al aire libre, pero mis loquitos son más sensibles a los días de viento que el resto de los mortales, sobre todo, cuando es seco y de ponent, entonces se van enrampando y se les ocurren ideas de bombero.
Hoy después de jugar a tren de velocidad que es adelantado por tren de cercanías más barato, más viejo y más rápido, estuvieron jugando a un, dos, tres responda otra vez (¿recuerdan?) Por un gallifante la respuesta acertada díganme ustedes ocurrencias que pasan en este país de piel de toro que suena a pandereta que serían imposible en otro país de nuestro entorno.

Tanto el equipo de amigos y residentes, como el de solteros y divorciados han estado toda la mañana respondiendo a buen ritmo sin repetir respuesta, para enfado de los que hacían de tacañones, e incluso han seguido con la boca llena en el comedor durante el almuerzo y sólo han cesado cuando les ha vencido la siesta, vicio patrio para ellos ejemplar y de obligado cumplimiento. Como siempre, yo estaba inmerso en mis muchos quehaceres y no he prestado atención a sus entrentenimientos, por lo que no puedo presentarles una lista detallada, pero sí que mis oídos han recogido, sin querer ni pretender atenderles, unas cuantas de sus respuestas que como botón de muestra paso a detallarles:

Partido político imputado directamente por corrupción que sigue en el gobierno sin dar explicaciones, gente que se manifiesta para exigir que unas obras de arte salgan de la red de museos públicos para llevarlas a una fundación privada que no garantiza un lugar con los mínimos necesarios para su conservación ni que no se vendan al mejor postor, muy honorable presidente de gobierno que comparece ante la prensa a través de un plasma, ministros competentes que echan en cara a los abuelos que una vez jubilados viven por encima de los años que cotizaron, partidos políticos que financian ilegalmente sus campañas políticas mediante comisiones ilegales cobradas a empresas licitadoras del estado a sabiendas de todos, partidos políticos encausados que cuando tienen un problema con la justicia no cambian de abogado sino de juez, gobiernos que cambian la ley para beneficiar a banqueros a resolver sus causas judiciales, gobiernos que cambian la ley para permitir el cambio de sede social de las empresas sin consultarlo a sus accionistas, supuesto M. que es imposible de identificar, gobiernos que cambian la ley para acortar los contratos de alquiler justo cuando los banqueros comienzan a tener muchos pisos porque se los quedan de las familias que no les pueden pagar, gobiernos que tapan los agujeros de los banqueros que dieron hipotecas para comprar las viviendas que ahora se quedan, banqueros o eléctricas o constructoras que emplean a las personas que conformaron los gobiernos y que no podrían encontrar trabajo en otro sitio teniendo en cuenta su historial de honestidad, presidentes de gobierno que inauguran trenes de alta velocidad lentos que llegan a ciudades que tienen aeropuertos sin viajeros, …...

Mientras que volvía a casa con la cabeza como un bombo después de haber soportado esa cantinela cantada a gritos durante toda la jornada laboral, en vez de concentrarme en el futbol o en el WhatsApp, he venido preguntándome cómo todavía hay gente que ve que esta empresa no está en quiebra, que o superamos el régimen heredado del 76 y sus partidos políticos que se tapan mutuamente las vergüenzas o en 10 años los muchos nos arrastraremos famélicos pidiendo caridad por las esquinas para dormir bajo techado, comer algo y pasar la vejez sin penares. Está profesión mía va resultar de riesgo y terminaré leyendo, ya me lo veo.

viernes, 19 de enero de 2018

Cabernas de Tabarnia

Hoy cuando he iniciado mi jornada laboral como celador en el manicomio, me he encontrado a mis loquitos riendo como propios, mientras comentaban la nueva ocurrencia de algunos cuerdos a la que llaman Tabarnia.
Unos reían por lo antiguo del invento y recordaban que bajo las mismas premisas se crearon Rodhesia y Zimbaue, donde se aseguraron que la mayoría de los ciudadanos fuesen inmigrantes procedentes de la metrópoli y no población aborigen de los nuevos entes administrativos. Otros recordaban que era el mismo procedimiento que otros invasores habían ideado para consolidar sus asentamientos y como el Ulster dio lugar a Irlanda del Norte.
Al acercarme, vi que otros no se reían de los defensores de Tabarnia, sino de los locos que basaban sus críticas a la nueva ocurrencia de los cuerdos en la defensa de la segregación por encima de la integración. Estos defendían que se podía hacer una crítica mucho más sólida a los parroquianos de Tabernia, pues estos incurrían en la victimización de las víctimas, ya que los taberneros vendían qué ante el anhelo de autodeterminación de un pueblo, a este no se le había de responder permitiendo un referéndum donde participasen todos los implicados, sino viviseccionando al paciente, amputando el miembro cangrenado. Lo que permitiría, por similitud, justificaría la independencia de Bilbopuzqua para garantizar la salvación de Álava para la causa de los puros. ¡Que alboroto¡

Mientras los veía reír, me di cuenta que uno de los loquitos más viejos miraba a uno y a otros y suspiraba impaciente su turno, porque él de lo que quería reír era de los que acusaban a los que ruegan a las administraciones que les dejen ejercer el derecho de autodeterminación de supremacistas, porque claramente ejercen el poder y menosprecian las reivindicaciones de un pueblo ocupado o una minoría oprimida. A mí también se me escapo la sonrisa.

También me di cuenta que, en medio de todos, permanecia uno bien enfuruñado, porque, según luego me contó, de lo que se tenían que reír todos era de lo absurdos o limitados que eran todos los cuerdos que daban oídos a semejantes ideas de bomberos o, peor aún, las patrocinaban. Sobretodo enmendaba a los periódicos que habían entrado al trapo del juego de distracción que patrocinaban los que cortan el bacalao y pagan su publicidad y que se habían sacado de la chistera la mencionada ocurrencia con la inestimable ayuda de 4 ventajistas que quieren hacer carrera política ajenos a la honestidad y 40 extremistas con largo abolengo en su currículum de penales que se apuntan a cualquier zafarrancho. Pero claro, a este no le hago caso y siempre le doy la razón que le pertenece porque sostiene que són más los que están fuera que los que están con ellos dentro.
Sostengo que no les deberían dejar de leer la premsa, aunque sea con retraso, pero la dirección alega que ahora que se dejó de publicar Interview, les entretiene, y seguro que su opinión es más versada que la de este humilde celador.

lunes, 15 de enero de 2018

La democracia democrática

La democracia es una ilusión mercadotécnica para calmar los anhelos de la ciudadanía y abortar su ansia por ejercer la soberanía popular y decidir sobre las cosas que le afectan.
La dictadura justifica la rebelión, la revuelta y el ejercicio de la violencia, en cambio en un contexto democrático se desactivan y desligitiman estos instrumentos esenciales para la defensa de los ciudadanos.
En esencia, a los que cortan el bacalao (IBEX 35 o como les quieras llamar), cuando todo está atado y bien atado, el sistema democrático les protege, al actuar como un tranxilium sobre las consciencias y adormecer a la peble.
La democracia democrática i/o los mecanismos represores del Estado (a elegir) no ha permitido a un conjunto de ciudadanos ejercer de forma pactada el derecho reconocido a la autodeterminación, después de solicitarlo por las vías adecuadas 18 veces; y ha reprimido violentamente su ejercicio cuando la ciudanía, rebosada su paciencia, lo ha ejercido. Lo ha hecho encarcelando a líderes de opinión pacíficos, convirtiendo en proscritos a los miembros de un gobierno electo por cumplir su programa electoral y violando las instituciones democráticas y el orden constitucional para imponer un gobierno no electo.
Pero no nos deberíamos haber sorprendido lo más mínimo, ya que la democracia democrática i/o los mecanismos represores del Estado en manos de los que cortan el bacalao (a elegir) ha permitido a gobiernos elegidos a través de las urnas perpetuar el saqueo de los ingresos públicos recaptados a través mayoritariamente de los impuestos pagados por los trabajadores, ha posibilitado que hayan dilapidado el erario y los bienes públicos presentes y futuros para tapar el agujero privado de la banca, inversiones privadas fallidas como la gestión privada de los hospitales públicos valencianos, el Castor o las autopistas de circunvalación madrileña; o que hayan, por arte de magia, evaporado las reservas del Fondo de Pensiones, o ampliar el expolio a los ciudadanos permitiendo a los subministradores de agua, gas, telefonía y luz unas tarifas ajenas al coste de producción de sus servicios.
Ante la evidencia, los peatones eligen la píldora azul y deambular por matrix ajenos a la realidad, acomadodos a pacer y ser ordeñados, o la píldora roja mirar a los ojos y llorar el dolor ajeno.