jueves, 24 de agosto de 2017

Días de arena y sol


Se acaba la playa, los días de arena y sol, los castillos efímeros al borde del mar asediados y aplastados por los pies de los pequeños gigantes, las batallas contra las olas armados con todo tipo de flotadores, la persecución a los peces y cangrejos con un éxito global paupérrimo, las largas siestas a la pata ancha. Perdurará el calor ya en la ciudad, los peques tardaran en regresar a la rutina escolar unos días más y se complicaran nuestros malabares en el filo de la conciliación laboral, se diluirá en un santiamén el moreno acumulado y volveremos a correr de aquí para allá conscientes de que no podemos llegar a todo y agotados. Pero no será hoy.
Queden en la cartera cuatro días de arena, media docena de chapuzones y las últimas siestas. Sigo pues el vuelo amenazante de un mosquito y me olvido del inminente futuro.