lunes, 23 de diciembre de 2013

Nadala 2014


Como viene siendo costumbre, justo antes de que se nos precipite el año por su vertiginosa cuenta atrás, de las prisas protejo con celo cinco minutos de paz para rebuscar entre un buen montón de deseos y anhelos usados, viejos y un pelín descascarillados, recomponerlos y desear que se te hagan realidad durante el próximo Año Nuevo que está a punto de comenzar.

Tradicionales deseos siempre bien empleados: Paz, amor, solidaridad, alegría y rauxa. Y otros compuestos con una palabra recogida de aquí y un son encontrado allá, para hinchar nuestras velas y atravesar la tormenta hasta llegar a nuestra isla imaginada. Y,y, y por eso te deseo, nos deseo:

Recordar  la caricia del Sol sobre nuestra piel los días de lluvia y niebla,
imaginar el huracán incluso varados en la calma chicha.

Acomodarnos a ser yo, sin que nos tire la sisa,
recordando que los otros, son siempre otros y todos diferentes.

No olvidar la esforzada ascensión, al rodar cuesta bajo,
rememorar las victorias y las risas al bajar las persianas,
tener presente las caídas, al recoger premios y dividendos,
apreder a corregir nuestros aciertos,
y a construir un trampolín con las astillas de nuestros fracasos.

Y,y,y… tiempo del que se escurre entre los dedos,
y lágrimas de las que estallan de alegría
y abrazos de los que nos recomponen el alma,
y sonrisas de las que nos vuelven niños
y que se nos suba el vino viejo al corazón peleón.

Y,y,y… que se te calen los huesos de tanto amor,
y besos, muchos besos, de todas las tallas,
de todos los colores, de todos los sabores,
miles de besos que nos sostengan hasta que vengan mejores dadas.