lunes, 31 de enero de 2011

Constatación del método único

En medio de este proceso de chinización del capitalismo, en el que pretenden domesticarnos para que trabajemos más años, más horas, sin fiestas, sin descanso, sin contrato, sin aumentos salariales a cambio de la gracia de dejarnos trabajar. En medio de u proceso que riegan, santifican y abonan desde Davos los poderosos podridos de millones y las criminales y chantagistas de las agencias de raiting, brota la revuelta para hacernos recordar que quien no llora no mama, que sólo hay un camino para las piedras ordeñar.
En medio de este proceso de desmantelamiento del estado del bienestar en el que nos intentan hacer creer que en democracia las negociaciones entre los pobres y el capital son paritarias, y que el legislativo y la justicia nos defienden a todos por igual, sea cual sea nuestra origen, condición y cuenta bancaria, brota la revuelta para hacernos recordad que, más que nos pese, sólo existe un camino para arrancar la justicia social.
El único camino para defender hasta la última brizna de justicia legada por nuestros ancestros es la resistencia. El único camino para arrancar un derecho más es la revuelta. Nunca dieron los poderosos nada magnánimamente, siempre se tuvo que sudar, atravesando penosamente un estrecho y difícil camino de peaje triste y muy elevado. La revuelta popular consigue mover al inamovible y paquidérmico poder, tumba dictadores, tambalea oligarquías y desplaza levemente, poco a poco, el reparto del poder, beneficiando a todos; pero a cambio exige sangre y muertos.
Estos días en Davos los poderosos han defendido las remuneraciones depravadas y millonarias para los directivos de las grandes compañías, al tiempo que se conocía que el 65% del incremento de la riqueza conseguido en los últimos 25 años en EEUU ha ido a los bolsillos de únicamente el 1% de sus ciudadanos.
Estos días, mientras se ha vuelto a constatar que los ricos son cada vez más ricos y su inmunidad ante el sufrimiento de los otros más insignificante. La gente ha dicho basta en algunos países árabes. La gente ha salido a la calle, aún a riesgo de su vida, para echar a los parásitos y las sanguijuelas que devoran su futuro. Y el método ha vuelto ha demostrar su eficacia. La revuelta mueve el mundo. Los poderosos, cuando sienten el aliento del miedo en su cogote, huyen, ceden, razonan, conceden.
Extendamos pues la revuelta hacia los países dónde el tirano no viste de uniforme, ni estatuas ecuestres. Extendamos la revuelta contra el poder más sigiloso de los hombres grises que nos exprimen desde sus fortines. Exijamos la huída de los banqueros, de los gestores de los hedge founds, de los que ganan millones con nuestro sufrimiento.

martes, 18 de enero de 2011

Altres vindran...

El soroll, com la tramuntana, no ens permet pensar clar. En algun lloc difús existeixen fàbriques que produeixen grans i meravelloses mentides que distribueixen els think tanks pels quatre punts cardinals. Mentides com apisonadores que, de tant repetir-se, es converteixen en veritat. Els nens no es qüestionen la existència dels reis macs, els grans no dubten de la mà invisible del mercat, de que lo públic és pitjor que lo privat, i ara que és necessari i urgent d’estrènyer-nos el cinturó, d’aprimar el sistema de benestar.
Es evident, no paro de sentir-ho, hem estirat més el braç que la màniga, hem demanat més del que podrem mai tornar i ara d’alguna manera l’haurem de pagar. Potser obligant als nostres joves a treballar molt més anys, potser retallant els salaris dels que no arriben a final de més, potser negant als nostres fills el drets que nosaltres em gaudit.
Però és una mica estrany tot plegat. Si jo venc patates només ho faig al que em les pot pagar, si venc vaques només se les emporta qui me les pot pagar. Si les fio i no les cobro, no tinc a qui reclamar. Vet aquí, jo no sóc cap banc. Si ho fos, podria donar crèdits a qui no me’ls pot retornar. No seria jo pas el culpable, si no el trist agosarat que demana de fiat. I quan em quedés sense diners, cap problema, que l’Estat me’ls retornarà.
El que talla el bacallà, es hàbil amb els jocs de mans, culpabilitza a la víctima, i li transfereix la responsabilitat. Ale hop!! Jo em quedo casa teva i els teus diners, que et vaig donar un crèdit que ja sabia que no em podries mai retornar, i el forat de la meva fallida també me l’hauràs de tapar.
I per pagar els mals negocis privats d’aquests mil cretins que s’omplen les butxaques amb bonus milionaris de nivell estratosfèric, es baixaran les calces i se’ns pixaran a la cara.
Altres vindran de fora que de casa ens treuran: ara ja els mercats ens diuen com hem de gestionar casa nostra, si hi ha diners per pagar el metge, o si primer es paga el banquer que al mestre, i tots a callar.
El soroll, com la tramuntana, no ens permet pensar clar. Estem tant atemorits i atrafegats que ningú qüestiona les mentides amb les que ens volen enredar. Diguin el que diguin, l’imbecil de l'emperador va nu i va brut, i es un cabronaç que dóna tots els nostres quartos a aquest monstre que ningú pot saciar.
Ilustració: Eddmorales

domingo, 16 de enero de 2011

Cuentos de Minuto, V

Caperucita y el minuto feroz. Acostumbrada a hacer caso a las instrucciones, consejos y advertencias de su mamá, así como a cumplir a pies juntillas con las buenas costumbres, la joven de rojo no estaba preparada para enfrentarse a un Minuto así. En un cerrar de ojos, su entrepierna se licuaba, sus bragas se enredaban en uno de sus tobillos y era estrechada salvajemente entre los brazos del desconocido y llenada de efímero tiempo. Desde entonces Caperucita se volvió feroz y sorbía la vida en cada segundo que se le cruzaba.

lunes, 10 de enero de 2011

El alienígena interior

Contrariamente a la creencia más extendida, el mundo que habitamos no es uno, sino un conjunto de espacios concéntricos que difícil y esporádicamente tocan entre sí. A diferencia de lo que reflejan los atlas, explica la Wikipedia, o exponen las estadísticas oficiales su espacio no es continuo y su población no es constante, ni comparable.
Nuestro planeta está habitado por diferentes especies de humanoides que no tienen nada que ver entre sí, pero que en una primera aproximación, que no pretende ser completa, podemos diferenciar entre céntricos y excéntricos. Los primeros son pocos y tienden a menguar. Los segundos son muchos, en constante crecimiento y totalmente prescindibles. Pero una característica es común en los primeros y los segundos: pocos de estos pollos se reconocen como miembros del grupo al que pertenecen.
Nuestro planeta está compuesto de un espació discontinuo cada vez más homogéneo, donde la variedad paisajista y la biodiversidad son lujos superfluos, y miles de noespacios ocultos, que nadie entiende como no llegan a desparecer, a pesar de su urgencia y necesidad.
Pero la principal maravilla que ofrece nuestro planeta al visitante es la singular y equívoca interpretación que hacen los terráqueos de su posición: todos creen ser céntricos y habitar en el ombligo del mundo, cuando la mayoría de ellos son anónimos y mueren en una esquina del silencioso olvido.
Fuera de nuestro reducido campo de visión donde ocurren las cosas importantes, se proclaman presidentes, cesan gobiernos, premian a cantantes, se casan las estrellas con los magnates, vibran las almas con el último tanto del primer combate, en definitiva, ocurre la vida.
Mientras rugen los vulgares en medio de la crisis aterridos de miedo y frío, son cuarenta los ladrones, que los necios llaman mercados, los que manejan las direcciones de los vientos. Mientras mueren de hambre los niños en los desiertos, se venden mujeres en las trastiendas y se comercia con armas en los restaurantes de fino copete, los ingenuos piensan que todos los hombres tienen los mismos derechos.
Fuera de las cámaras, en suntuosos despachos de Davos, se escribe la derrota de la órbita que moverá el mundo. Ajeno a los papeles, en oscuros recovecos, se decide sobre la vida y la muerte de los humildes, de los prescindibles. Nadie se extraña del naufragio de las pateras. Nadie se estremece por la desaparición de las maquiladoras. Nadie se altera por el alistamiento de niños soldados. Nadie se sorprende por la violación constante, continua de las refugiadas. Por que ellos no habitan este planeta, son alienígenas de un espacio ajeno, pero interior. No tienen los mismos derechos que los terrícolas. No nos mueven a lástima ni aunque dormiten en los cajeros automáticos de nuestras 4 esquinitas.
Somos muy selectivos en este planeta: nos emocionamos por los nuestros, por lo cercano, por lo próximo: el gol de Iniesta, la última prima del gran hermano, una bandera o una pomada. Es una lástima no poder experimentarlo: porque si quisiéramos entrar a uno de esos salones donde se corta el bacalao, nos mirarían como un alienígena, causaríamos sorpresa y temor cual centauro; pero en ese planeta nunca quedará la impronta de nuestra huella.

jueves, 6 de enero de 2011

Elogio de lo superfluo

De cara a la galería, e inspirados por el anunció de que desde el próximo número los 4 fantásticos serán 3, a pesar de su nombre, los responsables de este circo se han propuesto recortar todo lo superfluo, en un intento desesperado para transmitir la peregrina idea de la búsqueda mesiánica del incremento de la productividad.
El público, ambientalmente muy concienciado, ha aplaudido unánimemente el destierro de los animales domados y han sido víctimas de un expediente de regulación de empleo tanto el oso motociclista, como el perro adivinador, como la foca que aguantaba la pelota en la punta de la nariz, como el león paciente que soportaba diarios análisis de sus anginas, a los que no les quedará más remedio que aceptar en zoológicos y selvas trabajos muy por debajo de su calificación.
Suprimidas las fieras, ha sido mucho más fácil justificar la supresión de todos los domadores y caballistas, que ya no gozaban de la simpatía del respetable por su tendencia a un uso del látigo muy por encima del que hacían de la zanahoria. Pero no nos preocupamos por ellos, porque han sido rápidamente absorbidos por el mercado laboral en diferentes departamentos de gestión de personal.
El público, laboralmente muy concienciado, ha considerado muy oportuno la eliminación de los innecesarios puestos de trabajo que se desarrollaban con alto riesgo para los operarios. Han sido eliminados bajo esta premisa los funámbulistas, los trapecistas y demás especialistas de la cuerda y el alambre; que ahora buscan una oportunidad para su reconversión en las colas del INEM que les permita escapar del hambre.
El público, muy concienciado de sus derechos como consumidor, ha exigido también la eliminación de todos los números basados en el engaño y la simulación, obligando a rescindir los contratos de adivinadores, ilusionistas y fakires, que poco a poco, van olvidando sus principios para poder recolocarse en empresas financieras y otras agencias de raiting.
Finalmente, y por decreto, los responsables de la administración han derogado a fecha de hoy todos los derechos del colegio de payasos, prohibiéndoles el ejercicio de la profesión tanto en campo abierto como bajo techado, alegando que con la que está cayendo no es ético hacer reír a la gente.
Ante estas medidas y viendo la carpa vacía, el jefe de pista ha decido buscar una nueva orientación para el negocio y, aprovechando el nombre histórico de la entidad,, ha decidido que desde mañana el Circo Price cotizará en bolsa bajo el nombre de Banco Low Price. Total, en espíritu, es el mismo negocio: ilusionar a la gente, con cosas de dudoso valor.