jueves, 26 de agosto de 2010

Os cargaré sobre mis hombros

Si hace falta, cargaré sobre mis hombros la pesada bola del sol hasta conseguir un nuevo amanecer y empujaré con una palanca hasta hacer girar un día más a esta cansada tierra.
Si me obligáis, pintaré ojos de colores inusitados sobre vuestros parpados cerrados y esculpiré amplias sonrisas en vuestros fruncidos labios. Y si continuáis mudos, os recitaré afiladas palabras, revolucionarias palabras a gritos, mi boca bien pegada a vuestras orejas tapiadas.
Si vuestro olvido me provoca, derramaré sobre vuestros cerebros sin actividad viejas buenas ideas abandonadas sobre la bondad, la alegría, el amor y los juegos. Si aún así continuáis caminando arrastrando los pies, balanceándoos como zombies, os obligaré a enamoraos padeciendo mil mariposas en vuestros estómagos contentos e enchiré de deseo vuestros flácidos sexos.
Si aún así, seguís inermes, no me dejaréis otra que recoged vuestros sueños rotos, vuestros sueños olvidados, vuestras ilusiones traicionadas, vuestras esperanzas perdidas y, con todo su polvo acumulado, os las haré tragar.
Pero sólo hay algo que es bien seguro, no os permitiré mirar con astío al futuro, con desdén al presente, con aburrimiento al pasado. No os permitiré traicionar a los monos, ni a vuestros antepasados. Os cogeré de la nuca y os haré mirar de frente, a los ojos, a cada uno de los colores, a cada uno de los matices, a ver si de una vez por todas reconocéis vuestra suerte: Estar aquí, ahora. Que aún os dejemos estar entre nosotros, los que aún estamos vivos, reímos y bailamos.
Fotografía: Joey L

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