jueves, 5 de febrero de 2009

Me detengo un instante

Me detengo un instante a pensar en lo importante.
Me entretengo en el estudio del ser que habito,
sorprendido del ser el mismo organismo que ya no soy.
Sé que a la vuelta de cada esquina me acecha el vació,
que es imposible alterarme cuando se apodera de mi el nihilismo,
que por mi cuerpo de corcho no corre la sangre,
que no se me despierta el hambre.
Me entretengo un momento a estudiar en mi lo constante.
Me detengo a engrasar las clavijas de mi mecanismo,
me sorprendo al no hallar nada físico, sólo el cuento que me cuento.
Sé que mi voluntad efervescente se disuelve tan solo mojarse,
que cientos de vueltas doy siempre a lo mismo,
que no soy más que un relato vulnerable,
y sé de mi apetito dormido.
Y aún así sonrió,
sé que la sonrisa me parte la cara,
sé que me detengo a pensar en lo importante.
Sé que desecho los desastres,
que como aceite repelo la tragedia y el drama,
sé que por el medio del camino, siempre, me atropella la alegría .
Sé que sólo es un instante,
que en seguida se me despierta el hambre
y levanto mi torpe vuelo en búsqueda de cosas bellas.
Ilustración: Brian Despain

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