sábado, 31 de enero de 2009

Maldito amor eterno

Y ahora me dicen que no es verdad, que el amor no son cuatro días. Malditos científicos que no dejan ideas en píe bajo las que protegernos. Pensábamos que el amor era fugaz, que la pasión se desinflaba al contacto con la puntiaguda rutina. Y nos mirábamos bostezar los unos a los otros y el mal de muchos nos consolaba como a tontos. Y ahora nos aseguran que el amor puede ser eterno ¿Dónde lo compro? ¿dónde lo encuentro?
Lo dicen los investigadores de la Universidad Stony Brook de Nueva York. Lo han publicado en el congreso anual de la Sociedad de Neurociencias estadounidense: hay personas que siguen enamoradas a pesar del paso de los años y sienten lo mismo, se les activan los mismos nódulos neuronales y segregan la misma cantidad de dopamina, que enamorados recientes, también testados.
Pero, ¿por qué ellos más y nosotros menos? ¿están más evolucionados o son una rémora atávica no adaptada a los nuevos tiempos más fluidos, más inestables, más cambiantes donde hoy no somos los mismos que antes?
Y ¿yo? ¿Me pueden hacer una prueba que verifique si yo soy de los que lo puede sentir para siempre o de los que se me deshace el amor como un helado? Me vendría bien saber a que me tengo que atener. Cercenar mis expectativas me permitiría la tranquilidad.
Pero sobre todo ¿por qué nos cuentan esto los malditos científicos? ¿quieren abocarnos a la continua depresión? A partir de ahora qué quieren que haga si veo languidecer la pasión. Hasta ahora miraba a mi pareja con cariño y pensaba: ya pasó el tumultuoso tiempo de los ciegos, el febroso sarampión y, a partir de ahora, viene la calma del amor. Pero ahora SÉ que todo es mentira, qué podría encontrar a alguien a quien querer eternamente, que si hallo el sujeto adecuado mi cerebro mantendrá encendida la maquina de los sueños día tras día, el deseo será perpetuo aunque esa mujer envejezca, porque prevalecerá el engaño que el hemisferio derecho de mi cerebro impondrá sobre el tiempo y la erosión del paso de los años sobre su cuerpo.
Si el amor es eterno: O estamos muertos o nos declaramos abstemios. O nos olvidamos de la maldita primavera o nos divorciamos y salimos a la calle a por todas.
Y mientras tanto, no me dejo derrotar por la dictadura de la ciencia y me enamoro hasta la medula cada cinco minutos de una mujer cualquiera.

No hay comentarios: