martes, 10 de abril de 2018

Bajarse del burro

¡Sorpresa! Muchos ciudadanos siguen contrariados porque en el extranjero Puigdemont no es el anticristo, Ponsatí es defendida por toda Escocia y en Bruselas están preocupados más por la actuación de los servicios secretos españoles que por si el resto de Consellers en el exilio pueden ser acusados de rebelión.

Los jueces alemanes, imparciales por pedigrí i por distancia, manifestaron que el Tribunal Supremo de España ha construido un auto de acusación sobre premisas totalmente FALSAS y que el delito de rebelión que se imputa al President Puigdemont y por el que permanecen en prisión 7 Consellers y 2 líderes sociales es una ficción jurídica insostenible. E incluso ahora está cuestionándose si se le puede acusar de malversación.

Ante semejante varapalo, los impulsores del desatino han decidido sostenela y no enmendala, no retificar en nada, no liberar a los encarcelados cautelarmente privados de libertad y pisar un poco más el acelerador acusando al Mayor de los Mossos d’Escuadra Trapero de pertenencia a Banda Criminal. Al tiempo, que parte de la judicatura española han dado un paso al frente en alirón para secundar la caza de brujas macartiana iniciada por el gobierno para criminalizar al que levante la voz y están instando ordenes para la detención de miembros del CDR por su participación en las protestas pacíficas convocadas por los independentistas, ¡acusándolos de terrorismo!, e incluso el más voluntarioso, a la espera de hacer méritos por un gallifante, ha llamado a declarar a una persona por colgar una pancarta en su balcón con el siguiente texto: Police go Home

Cuándo el órdago es tan alto reconocer la equivocación tiene un precio muy elevado.

Sólo algunos de los que habían acusado con el dedo y toda su rabia de rebelión, sedición, ruptura de España comienzan a templar su posición, preparándose para abandonar la nave antes de que vare, aunque aún no han admitido su error y pedido perdón a los afectados, ni se espera que lo hagan en breve.

Algún juez ya sabe que su carrera judicial ha sido enterrada hace muchos días, junto a su prestigio y sólo les queda una huida hacia delante hasta que tarde, pero inexorablemente, las instituciones jurídicas internacionales los sentencien y mientras el final llegue colaboraran en banalizar el delito de terrorismo, en sostener la mentira, insistir en su relato ficticio, criminalizar la discrepancia, inventar actos y acciones violentas donde no las hay, utilizar su prensa cautiva para extender la mentira, acusar de infieles y terroristas a los manifestantes y a los CDR; hasta que los ciudadanos honestos hayan de caminar avergonzados si todavía no han sido imputados.

Y algunos políticos quizás sobrevivirán una legislatura más gracias al ruido generado a pesar de su mala gestión, de la bancarrota de las pensiones, ajenos a la ética. Estos no pueden bajarse del burro, porqué reconocer el error y evaporarse es uno. Bendito país.

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