sábado, 16 de febrero de 2008

Cautivo y derrotado

¿Por qué cautivo?
Porque preso estoy en esta perra vida de la que no pienso huir. Porque mi cárcel es extensa, bella y generosa, y sus blandos barrotes, son mis huesos.

¿Por qué derrotado?
Porque no pienso, ni quiero ganar. Porque este mundo no está hecho a mi imagen y semejanza. Porque es un mundo del revés: turbio, cruel, gobernado por los más ruines. Porque los pocos que mandan siempre nos piensan derrotados. Pero aún en la impotencia de mi cautiverio, no tengo miedo. Sueño. Sueño siempre con otro mundo posible, como sueñan los presos en Guatánamo hasta que les arrebatan la cordura, como soñó siempre el ejercito rebelde derrotado en su tránsito por los años grises. Porque soy resistencia, desobediencia, porque soy un inconforme culo inquieto, incluso cautivo y derrotado doy miedo, doy guerra. Cuaresma, temedme si estoy alegre: doy fiesta.

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