domingo, 29 de junio de 2008

Final de curso

Llegar hasta aquí, por este camino.
Justo hasta este punto concreto, girando aquellas esquinas, cobrándome este tiempo.
Ni ha sido fácil, ni ha sido difícil.
No es un logro. No tiene más mérito. Ha sido mi vida.
Ni buena, ni mala. Difícil sería juzgarlo, por ser la única que he vivido.
Y no cuento los años pasados, ni las medallas colgadas, ni los fracasos.
Sólo puedo ver que he llegado hasta aquí,
firme sobre mis zapatos,
con la mirada aún pura como la estrené,
con la lágrima fácil y las manos inquietas,
con el corazón hambriento y la sonrisa presta,
con el ánimo... con el ánimo hoy tranquilo.
Y con las cicatrices cosechadas, ahora tejo las historias que te entretienen y calientan las veladas.
Funambulista, me mezo sin miedo sobre el abismo que nos une.
Mirando atrás, cuando es necesario coger fuerzas, recordar de donde vengo, veros a todos vosotros, tomar impulso.
Mirando alrededor de continuo, para meter presente en mis venas.
Mirando abajo para sentir el vértigo todos los días.
Pero siempre con la mirada clavada en la pequeña utopía que me enseño a caminar y que aún persigo, ¿quién sabe donde me llevará?
Hoy, ahora, una frontera más, un nuevo mojón kilométrico queda atrás. Más polvo del camino manchando mis pulmones. Más vida devorada. Y aún tanto hambre.
No sé lo que hice. No llevo la cuenta. No he hecho nada. Y, presiento hoy, que aún me queda tanto por hacer. Que no se cierra el camino a mis ganas de caminar.
Dejad, que ahora que no véis, levante la copa a mi salud.

No hay comentarios: