Ya están llenas las alforjas, hinchadas las ruedas, engrasada la máquina, tensos los nervios. Enseguida empieza el camino. Un lugar del que no sabemos nada: bosques y lagos. Deborar lentamente los kilómetros. Saborear el paisaje para llenarnos de otras cosas. Atrás dejaremos cientos de lugares. Y a la vuelta te contaré todas las anécdotas recogidas. Todo irá rodado, como cuesta abajo.
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